viernes, 30 de julio de 2010

Bah!




De vuelta a Cádiz,  la pasión por la música de Fernando no se ha extinguido, ni mucho menos. Sobre el año 89 funda el grupo Bah!. Con él al saxo tenor y en la creación de las letras, le acompañan: Chiqui Gil, voz; Carlos Pichaco, bajo; Ramón Dorronsoro, guitarra; Matías López, guitarra; Juan Reyes, teclados y Juan Sainz, batería. Un lujo de formación musical.
Un lujo de grupo: único, inolvidable.

(Fotografías cedidas por Juan Reyes y Chiqui Gil)

sábado, 24 de julio de 2010

No te hallo en las luces de neón

No te hallo en las luces de neón
ni en el negro
ni en la incógnita
ni en el olimpo
o en los bancos
con frío y morazo
ni en los versos de Verlaine
ni en la nauseabunda búsqueda de ti
en el envés de tu cuerpo
desenterrando lo turbio
ni en los ojos de los gatos
ni en el grito del límite
ni en el olor a semen
ni en Andrè Bretón.

                                         (De Breve poemario de vesania)



domingo, 11 de julio de 2010

El amor

El amor,
el amor es un pálpito,
el amor es la graciosa mariposa
que revolotea entre los capullos en flor,
el amor es voluble,
el amor es aire,
el amor es un convencimiento,
el amor es una unión de babas,
el amor es duda,
el amor es seguridad,
el amor es determinadas posturas,
el amor es "perdona, te he comido",
el amor es una dulce sonrisa en vertical,
el amor es una mentira de cuatro letras
pero planteándolo a posteriori
y luego a priori
y teniendo en cuenta
la subjetividad de los individuos
en la comunicación no existente
en las leyes de la naturaleza
se da un proceso de procreación
muy interesante, muy interesante...
el amor es un espíritu en espiral
que surge de un solo centro,
el amor es lo que tú quieras
pero si te hace daño es así,
el amor es libertad,
el amor es equivocarse,
el amor es el tiempo perdido,
la cárcel de los tontos,
la obligación o la traición moral
de tener que sacarle los cuernos
a lo que más quieres,
el amor es un bicho en tu casa,
el amor es una enfermedad
-y frecuentemente venérea-,
el amor es ese osito de peluche
con olor a flujo,
el amor es esa morenita manejable,
el amor es ese deseo insatisfecho
que engendra  pestilencia,
el amor es aquella borrachera
que cogí con Lulú
cuando cumplió dieciséis años,
el amor es "Me faltas tú porque estoy aburrido",
el amor es "¿Has leído a Cortázar?",
el amor es alimento y salud,
el amor es imaginación,
el amor es "¡Buenos días! Estoy embarazada",
el amor es "No tengo un duro",
el amor,
el amor es "¡Pero qué buena estás Alfreda!
¡Oh, perdona Alejandra, mi mujercita!".


No me preguntes qué es el amor,
sabes que para mí siempre será
cuidar de tus almorranas.


                                                    (De Breve poemario de vesania)


(Este poema formaba parte del repertorio del grupo POETAS EN BLANCO: poesía, música y teatro, en la línea de los espectáculos de cabaret, y era recitado-representado por Fernando Cañas y Anja Kalutza)

viernes, 9 de julio de 2010

La luz muerde mi pecho














La luz muerde mi pecho,
transmite la savia de las flores,
la sed de agua pura,
el amor que llega.

Todo se queda en nada,
desde las mismas puertas del cielo,
ni yo soy yo, ni importa.
Un maldito más
en estas horas malditas
que ríe con los dientes
manchados de café.

Madrugada caníbal,
surge el movimiento.
Ya corro por las escaleras.
Adiós a mis sueños,
vuelta al infierno frío.

Madrugada desesperada
en la misma puerta del cielo.
Renace el movimiento,
Ya corro por las escaleras.
Adiós, mi sueño.

Foto: jose rasero

sábado, 3 de julio de 2010

Cayó rodando a las calles













Cayó rodando a las calles,
al infierno más frío,
se destrozó el cuerpo
contra la nada gris y negra
de las noches urbanas.
Dejó morir a la luna
en un charco de orina,
ventoseó y se le escapó
el espíritu de hombre
que olía a animal.
Vomitó y ahogó
su alma en el suelo,
sólo le quedó defecar su corazón
e ir a matar a una novia inocente
a la puerta de la iglesia.
Perdió la bondad y la verdad;

quedaba nada más que la filosofía del mal
en su cabeza libertina
que no era otra cosa que su ciudad.
Dios si existiese
no sería más que un viejo decrépito.

                                                                              (1989)

Foto: jose rasero