viernes, 24 de septiembre de 2010

Un desdén de los sentidos
acaricia mis fuerzas,
una guerra dulce de dolores crepusculares
entra por la ventana
y se expande en la lontananza
de este vacío rectangular.
Todo está en la ilusión.
Por eso sonrío
como una hiena
y supongo que es el tiempo
que vengo estudiando
el vuelo de las moscas
en esta habitación.

3 comentarios:

  1. ¿Recuerdas? ¡Qué solos que estábamos!
    No han cambiado demasiado las cosas, my friend.

    ResponderEliminar
  2. Conozco varios escritores que hablan de las moscas, y ahora me encuentro con este gran poeta también las menciona. Son unos insectos tan desesperantes, yo no las resisto. Creo que por ahí tengo un cuento hablando de este insecto. Como siempre precioso. Saludos José. Hasta pronto.

    ResponderEliminar
  3. Espero que no te encuentres muy solo, yo por mi parte entro en tu nave sin necesidad de cartilla de embarque,leo unos poemas de Fernando y ya me encuentro mas humano, un fuerte abrazo y a ver si nos vemos pronto, chiu

    ResponderEliminar