Los fantasmas de la tempestad están danzando a mi alrededor y por la supuesta sombra que atraviesa el cristal se ha detenido la luz del farol pensaría que son amigos del ruidoso desorden de mis monstruos personales de vez en cuando uno se cae por las escaleras y no le pasa nada entonces se piensa que la vida merece otra oportunidad.
Volver a leer este poema me lleva a verter lágrimas de nuevo sobre el cáliz de tu recuerdo. En tu honor, Fernando.
ResponderEliminarSigo sin entender por qué la vida siempre regala las nuevas oportunidades a quiénes no se lo merecen.
ResponderEliminarBellísima fotografía para un bellísimo poema...
Yo lo pienso: la vida merece otra oportunidad. Siempre.
ResponderEliminarBesos.
(eso es una foto o un dibujo???)